martes, 17 de enero de 2012

Felicidad

Levántate de donde estés. Deja de hacer lo que hagas. No digas ni una palabra más. Ve a tu habitación. Cierra la puerta. Pon música, tu música favorita, esa que tiene un mensaje precioso o una melodía perfecta. Cierra los ojos. Túmbate en la cama. Respira profundamente. Suelta el aire. Siente cada una de las notas. Deja que su sonido te transporte a otro mundo, el mundo de las cosas que no dices pero sientes. Hay dolor, tal vez demasiado, olvídate de él. Hay lágrimas, la mayoría derramadas por nada o por alguien que no se las merecía, ignóralas. Hay una tristeza muy profunda producida por una gran pérdida, ni te pares a pensar en eso. ¿Ves? Allí al fondo, una pequeña cajita. Brilla, es muy especial, está casi escondida en lo mas profundo de ti. Acércate a ella, no dejes que se aleje de tu vista ni un momento. Céntrate en ir a por ella. Cógela, con cuidado, es frágil. Ábrela. Ahí la tienes, ahí tienes la felicidad que tanto esperabas. Esa felicidad que se encuentra dentro de ti y que solo tienes que saber encontrar. Esa felicidad pura que se volverá a esconder en su pequeña cajita en un rincón olvidado en cuanto algo la asuste, pero que te dará fuerzas para seguir adelante durante mucho tiempo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Crees en el amor a primera vista?

Crees en el amor a primera vista?
Más bien a segunda o a tercera...

Son sensaciones extrañas, pero miles de anilalitos recorren tu cuerpo: tienes hormiguitas que sin poder parar hacer de tus extremidades la carreteras de su paseos, cubre tu cuerpo su hormigueo; la cabeza se llena de pájaritos, de colores, cuyos cantos alegran hasta los días más oscuros, parece que a pesar de la lluvia y el invierno el sol está siempre presente en tu cabeza... Y lo más extraño de todo, en el estómago, miles y miles de orugas abandonan el capullito y salen bellísimas mariposas... Revoleteando sin parar, no se están quitas, te hacen temblar...

Amor, enamorarse, querer... Quizá sean de las palabras más hermosas que ha inventado el hombre al crear los idiomas... Quizá también sean de las letras más importantes que se encerraron en la Torre de Babel. Parece que absolutamente todo es posible.

No creo que en la vida te enamores una sola vez, puedes hacerlo muchas, pero de distintas formas, aunque, cuando lo haces de verdad sí que notas la diferencia con las anteriores. Es inevitable comparar, es imposible no hablar y ver en cada persona lo que faltaba o lo que tenía la otra... Pero cada cual es un mundo único y maravilloso. Cada vez que te enamoras, el mundo se reduce a las letras de un nombre, no puedes dejar de pensar en ese nombre, asalta tu cabeza sin darte cuenta... Te salen sonrisas tontas pero que hacen que los que te vean la compartan contigo...

Nunca es tarde para enamorarse... Y es algo tan bonito...

martes, 22 de noviembre de 2011

Enamorarse

Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.


Mario Bennedetti

En silencio, muy bajito... Escucha el susurro...

¿ Es cierto que hay instante en los que la vida decide tomar una nueva dirección? ¿En los que el mundo, tal como lo conocemos, deja de existir? ¿En los que, en cuestión de segundos, nos convertimos en personas completamente diferentes? ¿Es el momento en el que el ser amando nos confiesa que no nos ama y nos abandona? ¿ El munito en que el médico nos informa de que tenemos un tumor maligno?
¿O se trata tan solo del final de un largo proceso que podríamos haber visto venir si hubiésemos prestado atención a las señales de alarme que lo acompañaban, en lugar de soslayarlas? ¿ Ponen nuestra vida realmente patas arriba, o son apenas fases del luto o la conmoción tras las cuales seguimos viviendo con las mismas costumbres, preferencias y menosprecios, los mismo miedos y obligaciones, quizá solo distintos en apariencia?
Y, si es cierto que existen esos puntos de inflexión ¿Somos conscientes de ellos en el momento en que suceden o solo tiempo después, al echar la vista atrás?
Escucha los susurros del corazón... Es todo un arte...

Un billón de besos!

Cuando un enamorado manda a su novia un billon de besos ( hay quien manda mas todavia), no sabe que un matematico desocupado ha tenido la ocurrencia de calcular el tiempo que se tardaria en hacer efectivos esos besos, he aqui el resultado: 
Suponiendo que el enamorado besara a razon de 151.000 besos por minuto, lo cual es exagerado, llegaria a los cien años sin haber pagado mas que una parte de lo prometido, y es de suponer que para entonces se habria enfriado algo el cariño.
Aun asi, al cabo de cien años le quedarian por dar, todavia, la cantidad de 200.000 millones, cifra capaz de hechar para atras a cualquier cristiano, por enamorado que estuviera.

sábado, 7 de mayo de 2011

Dueña de la negra toca

Dueña de la negra toca,
la del morado monjil,
por un beso de tu boca
diera a Granada Boabdil.
Diera la lanza mejor
del Zenete más bizarro,
y con su fresco verdor
toda una orilla del Darro.
Diera la fiesta de toros
y, si fueran en sus manos,
con la zambra de los moros
el valor de los cristianos.
Diera alfombras orientales,
y armaduras y pebetes,
y diera... ¡que tanto vales!,
hasta cuarenta jinetes.
Porque tus ojos son bellos,
porque la luz de la aurora
sube al Oriente desde ellos,
y el mundo su lumbre dora.
Tus labios son un rubí,
partido por gala en dos...
Le arrancaron para ti
de la corona de Dios.
De tus labios, la sonrisa,
la paz de tu lengua mana...
leve, aérea, como brisa
de purpurina mañana.
¡Oh, qué hermosa nazarena
para un harén oriental,
suelta la negra melena
sobre el cuello de cristal,
en lecho de terciopelo,
entre una nube de aroma,
y envuelta en el blanco velo
de las hijas de Mahoma!
Ven a Córdoba, cristiana,
sultana serás allí,
y el sultán será, ¡oh sultana!,
un esclavo para ti.
Te dará tanta riqueza,
tanta gala tunecina,
que ha de juzgar tu belleza
para pagarle, mezquina.

Dueña de la negra toca,
por un beso de tu boca
diera un reino Boabdil;
y yo por ello, cristiana,
te diera de buena gana
mil cielos, si fueran mil.

JOSÉ ZORRILLA